Tanxugueiras: “La música tradicional gusta porque a la gente le gusta sentirse en casa”

Aida, Olaia y Sabela son las herederas de la música tradicional de las mujeres gallegas que más simpatía y seguidores han tenido entre los españoles en los últimos tiempos. Son las integrantes de Tanxugueiras, un eslabón entre las raíces culturales y musicales de Galicia y los destellos de ritmos contemporáneos y experimentales apoyadas en sus voces y cánticos al sonido de las panderetas que en sus manos convocan diferentes tiempos y emociones.

Espontáneas, risueñas, entrañables y francas, Aida Tarrío y las hermanas Olaia y Sabela Maneiro alegraron la sesión de octubre de Así nacen las canciones de Ámbito Cultural, coordinada por Fernando Neira, en la Sala Callao de Madrid, de El Corte Inglés.

Estas tres mujeres hicieron una parada en su exitoso periplo artístico, tras un verano de aventuras con ochenta conciertos por toda España y algunos previstos para el otoño-invierno. Su popularidad creció el invierno pasado cuando quedaron en tercera posición en Benidorm Fest que eligió al representante de España a Eurovisión, aunque ellas fueron las primeras en el voto popular.

Tres discos llevan ya: Tanxugueiras (2018), Contrapunto (2020) y Diluvio sacado este verano de 2022 con la novedad de que es un trabajo temático alrededor de los siete pecados capitales, y dos más, que tratan de desacralizar y despenalizar. Incluso salvarían a más de uno; lo reconocieron en este encuentro con el público como queda reflejado en este diccionario del universo Tanxugueiras:

Berrogüetto, Uxía (las tres). Son referencia pura. Sin ellos y ellas no estaríamos aquí. Son flipantes. Haces las cosas porque tienes unos referentes en quien fijarte, y ellos y ellas son esas personas por las que nos dieron ganas de dedicarnos a esto.

Boxeo (Aida). Tardé en encontrar un deporte que me gustara, y el boxeo me ha ayudado a estar saludable.

Componer (Aida). A la hora de ponernos de acuerdo, tanto en música como en estructura y armonías es fácil porque nos gusta a las tres lo que piensa la otra. A nivel compositivo las canciones las empieza una y nos la vamos rulando, nos las pasamos. Y cada una le da su toque.

Envidia (Olaia). La envidia mueve la maldad del mundo, pero todo el mundo, en algún momento, la sentimos, pero bien vista eso te lleva a un aprendizaje de autoaceptación. La envidia siempre viene porque envidias algo de la otra persona o porque no te quieres, pero una vez la analizas te lleva al autoamor, a poder comprenderte. La envidia te puede llevar a curarte el corazón y el alma. Todo el mundo la tuvo, aunque diga que no.

Fama (Aida). Cuando nos dicen que somos famosas no me lo creo.

Gaita gallega (Olaia). Me encanta, no la sé tocar, pero paso dos días fuera de Galicia y la oigo y lloro.

Ganar y perder (las tres). Creemos en el destino y que todo pasa por algo. Con ser finalistas de Benidorm Fest ya ganamos. Si hubiéramos ganado no hubiéramos conocido a toda esta gente maravillosa, ni pasado esta aventura de ochenta conciertos. ¿Y, qué es ganar? Nosotras ganamos. La gente nos quiere muchísimo. Conocimos gente de la música. El gallego está ahí, a tope. Es claro ejemplo de que, a veces, perdiendo ganas.

Gira (Olaia). Lo que haces es furgoneta, carretera camerino, vas al hotel, vuelves a la furgoneta, vuelves al camerino, vuelves al hoel, y así, una y otra vez. Hay días que no sabes dónde estás.

Lata de pimentón (Sabela). El instrumento gallego que salvaría de un ataque zombie es la lata de pimentón, ¡es la caña!

Música tradicional gallega (Olaia). Me transporta a las melodías de esa época, como si todas ellas nos acompañaran.

Pandereta (Sabela). Es un instrumento importante porque tiene una historia tremenda, la tocaban nuestras abuelas y bisabuelas, porque tiene una herencia que nos dejan, porque con ella hacían música y hacían las canciones y coplas más bonitas que escuché en mi vida. Y porque nos crea una identidad.

Retratos

Olaia, según Aida. Es una tía que se come el escenario. Si no fuera por Olaia, al comienzo, Tanxugueiras, se hubiera ido todo a pique. Sin Olaia no iríamos a ningún sitio. Está para decir las cosas buenas que tenemos, que podemos.

Sabela, según Aida. Está en cualquier momento que se necesita.

Aida, según Olaia: La admiro porque para su edad tiene mucha madurez. Muestra mucha seguridad. Es la más pequeña de las tres y la trataba como a una hija, pero ha habido un trance porque creció, y ahora es como una hermana.

Sabela, según Olaia. Es la única persona sin la que no podría vivir. La admiro porque sin ella el tema cuentas, papeleo y demás estaríamos en la cárcel, sin querer. Las tres somos tan distintas que nos complementamos y podemos descansar la una en las otras.

Aida, según Sabela: Una de las cosas más bonitas que tiene es que es la persona que más me hace reír del mundo. No digo lo malo, pero es la persona que más me saca de quicio, jajaja… Nos metemos la una con la otra, pero nos queremos muchísimo. Me hace sentir muy bien cuando estoy a su lado. Tiene una voz que es la más bonita de las tres. Es un cocazo a la hora de pensar melodías e interpretarlas. Creo que es el puntal de Tanxugueiras.

Olaia, según Sabela. Es un terremoto bueno. Nosotras a lo mejor tenemos vergüenza de algo y ella no. Es un puntal dentro y fuera del escenario. Es el pegamento de Tanxugueiras.

Redes (Sabela y Aida). Siempre nos metemos en polémicas. Se puede hacer cualquier tipo de debate, pero sin insultar, con respeto. Quien insulta pierde.

Soberbia (Aida). Hay momentos en que a una persona se le va la cabeza y se cree más que los demás. Y está muy bien poder rectificar. En algún momento todos nos flipamos, a todo el mundo le pasó o le pasará. Está bien tener gente alrededor que te centre. Está la soberbia buena de que hay que quererse.

Tradición y modernidad (Aida). Gusta porque, al final, todos nos sentimos conectados con la tierra, con nuestras raíces. La música de raíces están todas conectadas porque tienen un hilo invisible que las une. Como a todo el mundo le gusta sentirse en casa y volver a casa la tradición es algo que siempre vas a sentir tuya.